El carácter y la personalidad de Ana de Austria, de quien el Cardenal Richelieu y hasta su propia suegra eran acérrimos enemigos, inspiraron a Alejandro Dumas su inmortal novela “Los tres mosqueteros”. Con el cardenal no hubo entendimiento posible. Con la madre del rey, sí. Y el chocolate tuvo la culpa.
Una mujer adelantada a su tiempo ¿Qué tenía Ana de Austria que no tuvieran las demás? Era una mujer luchadora, intrépida, inteligente, apasionada… Una mujer innovadora, adelantada a su tiempo. Una autentica visionaria y además, una mujer exquisita.
¿Te suena? Sus valores encajan a la perfección con la mujer de hoy. Trabajadora, decidida, atrevida, divertida, selectiva, independiente… Una mujer que sabe lo que quiere y cómo conseguirlo. Una mujer con clase que no se conforma con cualquier cosa a la hora de hacer un regalo. Por eso busca algo diferente, algo que sorprenda y entusiasme a quien lo recibe.
Tu regalo habla de ti. Los valores, la excelencia y la satisfacción de nuestros clientes también son ingredientes fundamentales de nuestros productos, de nuestra marca. Pero nuestra marca también es la tuya, porque tu regalo es parte de ti.
Ana de Austria marcó la historia del chocolate. Ahora, la historia la escribes tú.